Y algunos dirán... ¿Qué es Dwarf Fortress?
Pues Dwarf Fortress es posiblemente el juego más complejo que haya existido jamás. Un juego gratuito de estrategia (city builder), con grandes dosis de rol y aventura, en la que tomas el control indirecto de una expedición de 7 enanos con el objetivo de iniciar una nueva fortaleza y hacerla prosperar en un mundo hostil.
¿Y dónde está la complejidad? Pues en las casi infinitas opciones, variables, posibilidades y detalles que existen o pueden llegar a plantearses. Para no ir con rodeos, si puedes imaginar algo (¡lo que sea!), lo más probable es que pueda hacerse. Y eso con las cosas en las que tienes control directo, que luego cada enano cuenta con su propia personalidad, iniciativa, gustos, aficiones, odios, perezas, locuras... que son totalmente imprevisibles e incontrolables. A eso hay que sumarle una curva de aprendizaje simplemente absurda que no deja margen alguno para el aprendizaje tranquilo del novato, y un interfaz que en los 80 ya sería considerado engorroso. Y todo ello adornado con una brutal dosis de humor negro y mala leche.
Y se queda corto.
Es un juego que está siendo programado de forma ininterrumpida desde el 2002 por Tarn Adams y su hermano... y que tras casi una década sigan considerando que es una simple Alpha (un juego en pañales) pese a los cientos de características que existen y añaden en cada parche, dice mucho del nivel de detallismo, locura y absurdez de sus programadores. La misma que les ha llevado a no querer implamentar apenas soporte para usar ratón o un interfaz gráfico más agradable a la vista que el ASCII nativo. Y es que para qué facilitar el uso del juego cuando se le puede hacer aún más profundo, complejo y difícil.
Afortunadamente cuenta con una comunidad enorme y brillante (y demente), y se han sacado de la manga chorrocientos mods distintos, incluyendo varios que mejoran el aspecto visual a algo parecido a una consola de 8 bits, además de visualizadores dignos de una 16 bits e incluso en 3D.

Welcome to Dwarf Fortress.
Aún así, es un juego tremendamente divertido para cualquiera que logre superar la barrera gráfica y del interfaz, y tenga la paciencia necesaria para aguantar en el juego sin desanimarse por ver arder tu fortaleza o a todos tus enanos ser masacrados. Y es que es un juego en el que inevitablemente vas a perder tarde o temprano, existiendo innumerables formas de que acaben tus enanos muertos o tu fortaleza quemada, arrasada o abandonada... pero como dicen los guiris: losing is fun!
Y yo, voy a perder mucho :)
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